Seguramente tu primo fresapatista ya se encargó de informarte que hay un nuevo documental del PRI dirigido por Maerker (irónicamente financiado, producido, distribuído y vendido por Televisa). Como todos saben, nos mama esta gran novela llamada política mexicana y cuando escuchamos del documental lloramos de emoción. Quitando el pésimo gusto de ponerlo en Vix, el line-up está mejor que los Avengers, el trabajo de búsqueda de imágenes es una joya, pero el ritmo del documental te garantiza quedarte jetón en menos de 10min. La serie está hecha exclusivamente para la gente que tuitea “pero el PRI robó más”, pero seguramente va a ser tema de varias de tus conversaciones estos días. Para ahorrarte el dolor de bajar VIX y aguantar el sueño profundo durante 5 capítulos, ahí te van los key highlights de cada episodio:
La Fisura
El PRI vivía en un Disney petrolífero con López Portillo aventando dólares como Santi en el Baby en semana santa del 2008. Cuando se acabó la fiesta con la crisis del petróleo, quedó claro que el “partidazo” tenía grietas más grandes que su deuda. México con inflación nivel Venezuela.
La Fractura
Los dinosaurios de siempre contra los nuevos tecnócratas con calculadora en mano. De la Madrid abrió la puerta a la existencia de más partidos políticos. Cárdenas aprovechó la crisis y ganó muchos más votos de los que nadie pensaba. Resultado: la elección del 88, con caída del sistema electoral, que todavía huele a fraude. Ganó Salinas.
La Implosión
Salinas se creyó dueño del país y según él íbamos directito a ser parte del Primer Mundo (lol). Acabó ahogado entre el TLC, el EZLN y Colosio. Lo que pintaba a modernidad terminó en caos, asesinatos y traiciones.
El Colapso
Zedillo llegó como candidato improvisado, le explotó el desmadre de Salinas con la crisis económica de 1994, armó el Fobaproa y acabó como el sepulturero del PRI. En el 2000, Fox (con ayuda de Zedillo) robó las llaves de Los Pinos y el priismo perdió su monopolio de 70 años.
El Regreso y la Parodia
Peña Nieto vendió el cuento del “nuevo PRI” con sonrisas de telenovela. Entre la Casa Blanca, Ayotzinapa y la corrupción, sepulta al partido y le pasa la estafeta a AMLO. En el mejor rebranding de la historia, los del PRI “se quitaron la chaquetita tricolor y se pusieron una moradita”. Con Morena, “el PRI es inmortal”.
Mi Opinión?
Si seguimos esperando que una persona venga a resolvernos la vida cada 6 años, seguiremos siendo manipulados y viviremos lamentándonos con este tipo de documentales. El presidente debe ser elegido para guiar al país en un objetivo común de largo plazo. Mientras ese objetivo no exista y sigamos perdidos, seguirán aprovechándose de nosotros, ya sea bajo el nombre de PRI, PAN o Morena. Pero siempre será más fácil echarle la culpa a un enemigo común por no resolvernos la vida que ponernos a trabajar…