Hay semanas en las que aparte de foodies, también nos ponemos dos tres culturales. Pero no se emocionen y crean que ya nos volvimos de esa gente que disfruta ir a la Cineteca a ver el festival de cine noruego. Esta vez, el plan está entre Frida Kahlo con el que van a poder fingir ser cultos por un par de horas y de ahí se pueden ir a atascar un sándwich de pastrami que está tan bueno que debería tener su propia lectura en la Biblia. Para los politólogos y banda tetona, salió el equivalente a la ultima temporada de Game of Thrones bajo la forma del documental del PRI.
Ni Tan Khalo
La neta: todavía no hemos ido, pero todos dicen que el nuevo museo de Frida Kahlo está muy bueno (qué tan bueno puede estar un museo?). Y como buen mexicano, eso es suficiente para recomendarlo. Lo poquito que hemos visto en fotos es que se ve muy instagrameable, perfecto para que tu prima la influencer (la que se siente celebridad con sus 1,000 seguidores) se compre un huipil y se vaya a tomar fotos con corona de flores y una uniceja dibujada. Según esto, hay fotos y piezas que antes estaban guardadas como si fueran el tesoro de Moctezuma. Ideal para presumir cultura en stories o hacer un shooting de mal gusto.
Blancómetro: ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
Carómetro: $ (más barato que un festival, más caro que un elote).
Papastrami
Nuevo en la Roma: Lecure, un templo al pastrami que hace que todos los demás sándwiches se vean como Lonchibon del Oxxo. Pan crujiente, carne que se derrite y que convierte a cualquier vegano a fan de Robegrill en segundos. El lugar es chiquito, con esa onda de “aquí escondo a mis dates que no van a jalar”, pero lo que importa es el sándwich. No se comparte. Si compartes, no mereces estar aquí.
Must: el pastrami (no hay más ciencia).
Blancómetro: ⭐️⭐️⭐️
Carómetro: $$$
PRInche Hueva!
Como todos saben, nos mama esta gran novela llamada política mexicana y cuando escuchamos que Maerker iba a sacar un documental del PRI lloramos de emoción. Quitando el pésimo gusto de ponerlo en Vix, el line-up está excelente, el trabajo de búsqueda de imágenes es una joya, pero el ritmo del documental es más lento que una peregrinación de rodillas a la Basílica de Guadalupe en 12 de Diciembre. Si no eres un clavadazo del tema, definitivamente no vas a aguantar ni el primer capítulo. Pero si eres un Ciervo de la Nación o das clases de historia moderna mexicana en el CCH, tiene un chingo de información para poder tuitear “pero el PRI robó más”.
Blancómetro: ⭐️